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La Champaña, su historia y sus orígenes

Posted on: mai 29, 2018 | Author: | Categories: Placomusophilie - Champagne
La Champaña, su historia y sus orígenes

Historia y origen de la Champaña

¡No se presenta ya la Champaña! Vino efervescente francés conocido en todo el mundo, es reconocido por las etiquetas Denominación de origen y Denominación de Origen Protegida. La Champaña hace también la felicidad de los coleccionistas: placomusophiles y oenographilistes buscan los muselets de Champaña y las etiquetas. ¿Ahora bien, cuándo y cómo la Champaña hizo su aparición?

En los orígenes de la Champaña: vuelta a la Edad Media

Al principio de la Edad Media, al 5.o siglo después de Jésus-Christ, son el religioso que administra la producción de vino, este último sirviendo para celebrar la Eucaristía. Mientras que el número de vides de Champaña no deja de crecer, el año 1114 es decisivo. Ese año, eclesiásticos firman la gran carta de Champaña distintos. Representa el acto fundador del viñedo de Champaña. Gracias a esta carta, las posesiones de la Abadía de Saint-Pierre-aux-Monts (a Châlons-en-Champagne) se confirman, lo que permite al viñedo de Champaña desarrollarse de manera óptima.

Un viñedo próspero y un vino efervescente

Al final del XVIème siglo, los vinos originarios de esta región toman la denominación de “vinos de Champaña”. El entusiasmo se continúa al Xvii siglo: estos vinos son cada vez más populares en los cursos reales, en Francia como en Inglaterra. Los Ingleses utilizan hacia 1660, una técnica para conservar los aromas del vino de Champaña: el embotellado. ¡Sin embargo, esta práctica tiene un inconveniente, las de volver el vino chispeante! Y es esta característica que da a este vino su apodo de “vino del diablo”. ¡El vidrio no se adaptaba, las botellas estallaban en las bodegas y se expulsaban los tapónes! Una ventaja a pesar de todo: los Ingleses raffolaient de este vino chispeante.

Historia de la Champaña: entre leyendas y realidad

En 1670, Du Pérignon vuelve de nuevo de una estancia a la Abadía de Santo-Hilaire, cerca de Limoux, una ciudad ya conocida para la fabricación de vinos efervescentes. Se dice que el monje benedictino probó este método de vinificación sobre los vinos de su Abadía en la Marga. Otra leyenda explica que Du Pérignon es el que introdujo el tapón en corcho. Gracias a su impermeabilidad y a sus propiedades aislantes, este último permitía al vino seguir siendo fresco y espumoso. Es necesario esperar el año 1729 para ver aparecer la primera casa de vino de Champaña: Ruinart, fundado por Nicolás-Irénée Ruinart en Reims. Sin embargo, se expiden en esta época solas 300.000 botellas de vino de Champaña cada año. Es al Xviii siglo que este vineffervescent comienza por cruzar las fronteras y por exportarse, y esto gracias a las familias propietarios de las vides. ¡Entre ellas, el inevitable Moët, Bollinger o también Pommery!

Tiempo contemporáneo: nuevos progresos

Autor y científico, Jules Salleron inventa en primer lugar el tapón de corcho en aglomerado en 1860. Veintidós años más tarde, pone a punto un instrumento de precisión revolucionario en enología: el densímetro. Este último servía a medida el grado alcóholico del vino y a comprobar si no contuviera demasiado azúcar o levadura. Las dos Guerras Mundiales no tienen razón de la Champaña: ¡en 1928, se cuenta hasta 24 millones de botellas expedidas! El consumo de este vino sinónimo de fiesta no deja de democratizarse. Hoy día, la Champaña se plebiscita de sobra, en aperitivo como al postre. El año 2015 estuvo incluso un año excepcional en cuanto a consumo de Champaña, con más de 161 millones de botellas expedidas, solamente por Francia.

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