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Según el lugar centenaire.org, “se fueron 4 a 5 mil millones de postales se produjeron y a Francia durante la duración del conflicto”. Es necesario añadir a eso de otras decenas de mil millones de tarjetas que proceden y que circulan en todos los países implicados. De julio de 1914 a diciembre de 1914, se cuentan un millón y medio de postales transportados al día. Por sí sola, la biblioteca de documentación internacional contemporánea (BDIC) de Nanterre alberga cerca de 65.000.
Durante la Primera Guerra Mundial, los postales cumplen en primer lugar su primero papel: la correspondencia. A medida de la proyección de la guerra, el número de postales enviados no deja por otra parte de aumentar: además de recibir noticias y pruebas de vida, las familias tienen conocimiento de la vida al frente y el diario de los soldados. Las tarjetas se proporcionaban por otra parte gratuitamente a los soldados y a las familias gracias a la franquicia militar, lo que permitía guardar un vínculo entre el frente y la parte.
Los postales de la Primera Guerra Mundial son también herramientas de propaganda. Es el caso de las tarjetas satíricas: dibujadas, representan caricaturas, a veces muy violentas, del enemigo. Al principio de la guerra, estas tarjetas reflejan por otra parte la euforia y el optimismo ambiente según el cual la guerra no durará. Las ilustraciones no dudan pues en volver al enemigo en burla.
Se encuentran también las tarjetas de “imaginación-patriótico”. Son fotografías generalmente tomadas en estudio y que ponen en escena hombres, mujeres o niños. La esperanza es omnipresente en estas tarjetas que, según el lugar centenaire.org, muy se endulzan. Algunos ejemplos de mensajes evocadores: ¡“Sube, muestra el barómetro de la victoria! ”, “el Ángel de la victoria”, “Que mi papá vuelva de nuevo pronto vencedor, lo deseo de todo mi pequeño corazón”, etc
Las ilustraciones sobre los postales aparecieron hacia 1900. Además de permitir la correspondencia y transportar imágenes patrióticas, el postal es pues también un medio de documentar la guerra y el conflicto. Las tarjetas-vista ponen en escena soldados al descanso, ruinas, a campamentos de infantería, a tropas observadas, etc las escenas de combate se vuelven muy raro desde 1915.
¡Una vez terminado el conflicto, los postales se convierten en testimonios y recuerdos, escritos o visuales de la Primera Guerra Mundial, y esto aunque los escritos sólo iban raramente en el sentido de las ilustraciones!
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